Una corta y otra larga, ambas buenas. Empezaré por la corta: voy a montar mi empresa Rippersoft.
La larga: Gracias a Urratsbat (una asociación de y para emprendedores) me va a echar una mano en cuanto a gestionar la empresa entera Rippersoft Games Studio (el logo que véis es MUY básico, se podría mejorar), y prácticamente dije "vale, adelante". Seguramente conoceréis abortos como es el de Psico Perdío. Seguramente retomaré esos "abortos".
En cuanto a los empleados de dicha empresa, digo yo que empezaré por la red yo solo, de tal manera que de paso adquiera empleo adicional, a lo mejor un grupillo pequeño para empezar.
Más o menos la idea es ser "abierto a todo tipo de cosas". Seremos muy majos (eso quiere decir hablar como entre amigos) con clientes y nuestros empleados (de vez en cuando se puede soltar alguna que otra bromilla que salga). Aparte, pensé en otras cosas que tenía en mente desde años:

  • Si te pasas un juego, sea de la manera en que sea, o al menos consigues un "hiper-mega-logro", consigues una clave (algo como una clave de CD) para una Cuenta de Oro. La Cuenta de Oro te permite comprar cosas adicionales, tener ofertas "súper-chulas", etc. Tan sólo tendrías que tener una cuenta de alguna web y poner la clave para convertirse en una Cuenta de Oro.
  • Los juegos se distribuyen en Internet al principio, los pagos quizás se hagan mediante PayPal a alguna cuenta.
  • La piratería es un caso que no nos importa, ya que de alguna manera, hemos sido casi todos piratas por decirlo de alguna manera. Existe una filosofía mía de "si te gusta, cómpralo". No me importa si te detiene la Ertzaintza o cualquier legislatura o fuerza policial de tu localidad.
  • Probablemente ahorre ingresos usando software libre.
  • Empezaré quizás con Psico Perdío, antes tenía en mente algo parecido a American McGee's Grimm, de Spicy Horse.
  • En cierto futuro haré convenciones a lo BlizzCon en España para alegrar el ambiente.
Bueno, esto ya es soñar demasiado. Mi padre: "baja de las putas nubes". No creo que esté muy de acuerdo, pero soy mayorcito como para seguir todos los mandamientos de mi padre, así que, ¡qué me importa! Voy a hacerlo, esperar tanto no merece la pena.