Existen dos tipos: cabrones y cabronazos. Yo por supuesto elegiría la segunda para esta ocasión.
Resulta que ayer estuve mirando en Pitilin Gorri (un sex shop de por ahí) unos números de teléfono bastante sospechosos. Llamé a uno, y me atendió una señora que parecía brasileña. Le dije que a ver si quedábamos (para lo que salga) y resulta que esperé 5 horas de la noche (de 19:15 a 1:5x, ojo, eso es record mundial de estupidez) para que llegase tal individuo, pero resulta que no llegó, y la última vez que le llamé estaba DURMIENDO.
¿Por qué no me dejan en paz con este tipo de timos? Vamos, que yo sepa soy una persona con necesidades, pero joder, aprovecharse de esas necesidades para matar a alguien es de lo lindo.